Los Molinos

En cualquier caso la vida seguía siendo difícil y quizá por ello era el carácter netamente comercial de muchos valfontanos que se dedicaban al tráfico de todo tipo de mercancías, llegando a zonas tan distantes como la Sanabria zamorana. Otro signo de ese carácter emprendedor lo tenemos en los numerosos molinos existentes hasta los profundos cambios de hace unas décadas, algunos más de los que figuran en la lista de 1928 citada más arriba, dedicados a la harina o la linaza. De los comentarios con los vecinos hemos podido establecer la línea que existía en el cauce de la Cerrajera , cuya importancia desde el punto de vista económico debió ser sin duda considerable.

La nutrida colección de molinos a lo largo de la presa a su paso por Valdefuentes se justifica por la atestiguada voluntad de sus habitantes de comerciar, para lo cual los cereales, incluido el lino (del que se deriva la linaza y su aceite), era el recurso por antonomasia. Partiendo del hecho de que la Presa Cerrajera al entrar en el término de Valdefuentes discurre por un valle natural, su aprovechamiento ha sido realmente considerable. Desde el límite con el campo de Valdesandinas y Villazala hasta Azares, convivieron en tiempos no muy lejanos nueve molinos de norte a sur. El primero era el denominado "Molino de Mariona", para seguir con el de "Pisarrosas", enfrente del paraje de Lobón; más abajo, y sin que actualmente queden restos, existió el "Molino Valdabío", enfrente de este valle que desemboca en el de la presa. Después estaba el conocido popularmente como "Molino Rebojos", propiedad de la familia de José Martínez; un poco más abajo, ya cerca del Puente Nuevo y también sin restos, el molino propiedad de la familia del Riego conocido como "Reboño de las Anguilas". En pleno casco del pueblo existió hasta el año 2003 que fue derribado por su estado semi-ruinoso el molino de la familia García Montiel, más conocido como "Molino Berto". Al sur del pueblo, pasado el paraje de los Coixos, nos encontramos el "Molino Blanco", propiedad de la familia de Cándida Salvador, siendo éste el que mejor conservado se encuentra y aún en condiciones de producir en sus muelas el aceite de linaza que hizo famoso a Valdefuentes en lugares muy distantes. A continuación otro de la familia de José San Martín, conocido como "Molino Ojines", para continuar poco más abajo con el "Molino Mariano" de la familia Castelo. De todos ellos solo dos de los descritos: "Blanco" y "Mariano", son los que permanecen en pie.

Naturalmente el valle descrito continua hasta la desembocadura de la Cerrajera después de pasar por Azares, donde existieron otros tres molinos. Solo uno de ellos, el llamado de "Margarita", todavía en pie. Después este valle toca ligeramente el campo de Regueras de Abajo y la Cerrajera , cumplida su misión, deposita suavemente sus aguas sobrantes de nuevo al Órbigo.